sábado, 26 de diciembre de 2009
No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero se que no son tampoco del todo equivocadas... no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan, y pobre de aquél que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquél que no está dispuesto a olvidar un error, porque nunca será perdonado, pobre de aquél que es tan ciego y vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por amor… Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir… Porque el amor no solo es alegría, no solo es paz y ternura, el amor es también dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno…La verdad es que no sé que pesa más, si la RAZÓN o el CORAZÓN. Lo que si sé, es que si uno no siente, se transforma simplemente en una roca, por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente… Le puede salir bien o mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que ama.
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