Caída libre para dos

Si cada uno pudiera ahondar en su mente y separar solo lo que nos hace bien: ESO sería un gran logro. Bastaría con un día dejar de pensar, dejar de estrujarse la mente para sacar una idea en limpio y no preocuparse por los problemas meramente terrenales. Porque la felicidad del hombre es aquello que el siente como tal, siendo libre de las opresiones, libre de fatigas, libre de desalientos, libre de destiempos, libre de desamores. LIBRE. Esa libertad tan codiciada es al que busco día a día, pero por distintos factores se interponen obstáculos en mi camino, trato de zafarme de las garras de la tentación, pero está se hace más fuerte y no se si por su propia naturaleza o una parte de mi alma la codicia. Mi única idea clara es que no puedo seguir así, algo tiene que cambiar, y evidentemente ese cambio lo voy a tener que hacer YO, ya no hay chances de que suceda de otra forma. A volar muy lejos, pero no tanto como para dejar mis recuerdos desprotegidos. Sentiré las nubes muy de cerca pero a la vez será un sueño, una pesadilla que no termina, debemos esperar para conocer mejor el desenlace de esta aventura que hoy está en pausa.