Tal vez algún día, cuando yo no sea yo, cuando los ríos ya no sigan sus cursos, cuando ya no sople el viento y los árboles permanezcan inmóviles, creciendo silenciosamente. Cuando el sol no brille tanto y la luna nos ilumine en una noche sin estrellas, ese día, mi corazón ya no te querrá y seré ¿libre? al fin.
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